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Pandemia, cubrebocas y tapabocas

A casi 10 meses de la confirmación del primer contagio de Covid-19 en México, todos podemos contar una historia cercana de algún familiar, amigo o conocido, que ha padecido esta enfermedad y, más aún, historias muy sensibles del entorno que rodea a los enfermos.

 

Es muy triste escuchar a pequeños de tan sólo 7 años decirle a su maestra que se sienten tristes porque extraña a sus papás, porque no los ha visto desde hace muchos meses, sólo por videollamada, pues son médicos y no pueden visitarlos a ellos ni a sus abuelitos, quienes ahora se encargan de las responsabilidades hacia los pequeños.

 

En el otro lado de la moneda, el personal de salud, enfermeras y enfermeros, doctoras y doctores, trabajadoras y trabajadores sociales, camilleros y camilleras, etcétera, además de mantenerse pendiente de su labor profesional hacia los pacientes Covid, deben padecer el alejamiento hacia sus seres queridos por una cuestión lógica de prevención.

 

Y como estas circunstancias, muchas historias se pueden contar. Madres solteras teniendo que buscar la supervivencia por falta de trabajo, a consecuencia de muchos cierres de negocios y empresas que no lograron sobrevivir a la pandemia; familiares y/o amigos internados más de 30 días en hospitales designados para esta enfermedad, sin poder ser visitados para poder recibir palabras de cariño, ánimo o atención por parte de las personas a quienes los une un lazo de amor y amistad…

 

Mientras tanto, en este México en el que muchas veces se ha demostrado la solidaridad de unos con otros, las autoridades federales continúan sin tomar las acciones necesarias para detener el avance de la pandemia en nuestro país y, más aún, siguen haciendo declaraciones desafortunadas.

 

Y lo menciono porque el titular del Ejecutivo federal, luego de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) hiciera un llamado a las autoridades mexicanas a tomarse “muy en serio” la pandemia, dijo que el uso del cubrebocas no es una medida de prevención indispensable.

 

¡Grave falta de responsabilidad!

 

Stephen Richards Covey, escritor estadounidense, autor del libro Los siete hábitos de las personas altamente efectivas, escribió: “tus actos siempre hablan más alto y más claro que tus palabras”; por su parte, para el científico más importante del siglo XX, Albert Einstein, “dar el ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás; es la única manera”.

 

El hoy presidente de la República debería considerar que, en un país como el nuestro, en donde aún mucha gente ve en su persona a un líder moral, sus declaraciones son un acto irresponsable, pues los hechos son la forma de concretar lo que se dice y decir una cosa y luego hacer otra es auto-descalificarte, y así lo ha hecho él.

 

Con un afán protagónico y de marcar la tendencia del día en los medios y apareciendo a diario en los titulares, con un claro objetivo político con miras a las próximas elecciones, el mandatario y los responsables de la salud olvidaron que uno debe anteponer las acciones de salubridad a toda actuación que deben realizar, sin descuidar, por supuesto los temas económicos y sociales del país.

 

Ante esta situación, el llamado es a tomar medidas individualmente y de manera responsable.

 

Los mexicanos somos muy “panchangueros” y pronto celebraremos las festividades decembrinas. Por ello, hagamos conciencia y usemos cubrebocas, hagamos salidas responsables, mantengamos la sana distancia, lavémonos las manos frecuentemente y usemos gel antibacterial.

 

Recuerda que cada quien es responsable de sus actos y, al mismo tiempo, que éstos tienen implicaciones hacia los demás.

 

Y si eso no es suficiente, no olvides que hay hijos, padres, amigos, que se encuentran aislados esperando que las implicaciones de la pandemia acaben.

Sara Martínez M.

Comunicóloga. Asesora en comunicación política, convencida de que, como lo decía Aristóteles, "Todos somos animales políticos"

Sitio Web: legado20.mx

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